Al mismo tiempo, la demanda de manzanas en EE. UU. y Australia ha crecido debido a la pandemia y a los incendios forestales. Países productores como Chile, Nueva Zelanda y Ucrania disfrutaron de unas condiciones de venta fluidas este año, pero la pandemia también provocó bloqueos que interrumpieron la distribución y las ventas, causando problemas importantes a los comerciantes que intentaron mantener frescas sus manzanas.

«Después de casi seis meses de declive económico, el precio de las manzanas muestra ahora una tendencia al alza y el volumen en stock es mayor que nunca en 2020», dice Wang, gerente de Shandong Aoweite Biotechnology Co., Ltd. «Los almacenes frigoríficos en muchas ciudades chinas están completamente llenos. Todo el mundo se pregunta cómo se pueden mantener frescas las manzanas almacenadas y cómo se puede preservar la buena calidad de la fruta durante toda la temporada».

Las manzanas se guardan principalmente en almacenes climatizados o en cámaras frigoríficas. La respiración de las manzanas se mantiene baja mediante un estricto control de la concentración de CO₂ y O₂, así como de la temperatura y la humedad. De esta manera, la vida útil de las manzanas se alarga y su calidad permanece alta durante más tiempo.

Una de las maneras de mejorar este proceso es el uso de la tecnología 1-MCP, una forma ecológica, segura, de fácil aplicación y comercialmente viable de mantener la fruta fresca. El método combina inhibidores de etileno y receptores de proteínas para limitar la producción de etileno y ralentizar el proceso de respiración en las manzanas, y con ello la maduración y el deterioro de la fruta. De esta forma, la fruta se mantiene firme, fresca y llena de nutrientes durante más tiempo.

Las tarjetas 1-MCP de la serie Logfresh y los paquetes de liberación lenta de 1-MCP pueden introducirse en las cajas y bolsas con manzanas o colocarse dentro de paquetes individuales para mantener las manzanas frescas por un período de tiempo más largo. El método no deja residuos y puede extender la vida útil de la fruta entre un 50% y un 100%.

«Nuestro producto mejora la seguridad alimentaria, prolonga la vida útil de la fruta, mantiene la calidad del producto y reduce las pérdidas económicas por fruta dañada. Esta es una situación en la que todos ganan», dice el gerente Wang.

Fuente: www.chinesepost-harvest.com
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