En un año muy difícil, con precios internacionales más bajos, incrementos de costos al punto de no haber podido aprovechar los beneficios de la devaluación y perjuicios por cambios en la logística internacional, entre otros factores negativos, la fruticultura de Río Negro y Neuquén tiene que soportar por estos días un conflicto incomprensible y extraordinariamente perjudicial.
La actual medida adoptada por el Sindicato de Obreros Empleados de la Fruta de Río Negro y Neuquén (SOEFRNYN) de impedir la salida de fruta de las Aduanas de Villa Regina, Centenario y Neuquén, ha provocado hasta el día de hoy la imposibilidad de exportar más de $ 36 millones (unos U$S 4.2 millones), afectando a pequeños, medianos y grandes exportadores quienes tienen retenidos más de 100 camiones y contenedores.
El daño se va a multiplicar si la medida no cesa en lo inmediato: la fruta que no salió una semana, no saldrá la próxima y los contenedores que no se cargan en el momento previsto requieren una reprogramación logística y costos extraordinariamente mayores, sin mencionar lo que significa incumplir compromisos internacionales. Ello sin contar los costos y perjuicios que deben afrontar los exportadores por los días que los camiones estén parados en zona Primaria Aduanera.

Es importante que la opinión pública conozca la raíz del conflicto.
A principios de Julio de este año, y dentro de lo previsto, se inició la negociación por la actualización de los salarios de los trabajadores enrolados en el sindicato SOEFRNYN. Dicha negociación debe definir el ajuste salarial por este segundo semestre que transcurre.
El sindicato solicitó un aumento del 40 % por los 6 meses. A todas luces una pretensión absolutamente fuera de toda lógica, bajo cualquier parámetro que se analice y más allá de la realidad del negocio frutícola. Máxime teniendo en cuenta que los acuerdos salariales que se han cerrado y se estan cerrando a nivel nacional rondan entre el 28 % y el 31% (caso del Salario Mínimo Vital y Móvil) POR TODO EL AÑO.
En la gran cantidad de reuniones de negociación la cámara ha demostrado predisposición para llegar a un acuerdo razonable que contemple valores ajustados a la realidad, sin embargo aún no ha sido posible.
Ante esto C.A.F.I. ratifica su voluntad permanente de negociar, siempre dentro de esos parámetros lógicos, pero sin la presión y el perjuicio de una medida de fuerza de esta naturaleza.

Una vez más la fruticultura soporta los enormes perjuicios que provoca un conflicto salarial por una negociación que arrancó fuera de toda razonabilidad. Y una vez más nos preguntamos: quién se hace cargo de estos daños? Puede quedar impune una medida de esta naturaleza?

Exhortamos al sindicato a deponer la medida de fuerza y frenar el daño que está provocando a la principal actividad económica de la Provincia de Río Negro y una de las principales de Neuquén, y a las autoridades a que tomen las medidas pertinentes con el mismo objetivo.
Sólo la razonabilidad, la mesura y el respeto a las leyes permitirán salir de esta situación en la que perdemos todos.
Cipolletti, 27 de setiembre del 2014