¿Cuál es el lugar que ocupan hoy las manzanas francesas en los mercados internacionales? ¿Cómo se destaca? ¿Cuáles son los nuevos desafíos y expectativas de los consumidores? Entre excelencia gustativa, calidad e innovación, Benoît Carreau, director comercial de Mylord, comparte su visión sobre las exigencias que deben cumplir las manzanas francesas hoy en día. Las manzanas francesas tienen «una carta fuerte que jugar» para mantener su posición y conquistar nuevos mercados.

Mylord es la marca de Sica Gerfruit, un grupo de 10 familias que producen nada menos que 45.000 toneladas de manzanas al año en 850 hectáreas. Ubicados en el corazón del Valle del Loira, los huertos de Sica Gerfruit están certificados como huertos ecológicos y respetuosos con las abejas. Parte de la producción se cultiva orgánicamente y toda la producción se cultiva en agroecología. Mylord exporta al Reino Unido, España, Benelux y Escandinavia, así como a Alemania, el mercado histórico de la empresa, a través de su estructura con sede en Düsseldorf, dirigida por Frank Berning. La estructura Harmonie se encarga de las exportaciones.

«Los consumidores de hoy quieren disfrutar de cada manzana que compran»
Benoît Carreau ha observado un cambio en las tendencias de consumo en algunos mercados europeos, especialmente en Alemania, el Reino Unido y los países del Benelux, que ahora se orientan mucho hacia los productos premium. ¡La calidad es la prioridad! Necesitamos lograr el 100% de satisfacción del consumidor. Hoy en día, los consumidores quieren disfrutar de cada kilo de manzana que compran. En un contexto de poder adquisitivo del que no se salvan nuestros vecinos europeos, «tenemos el deber de suministrar un producto impecable. Hace unos años, los consumidores que optaban por comprar productos ecológicos lo hacían independientemente de su calidad. Hoy quieren un garantizar que no habrá pérdidas, que se ha convertido en el criterio de elección número uno. Si el producto es ecológico, entonces es aún mejor. Las manzanas francesas, por tanto, atraen a los consumidores británicos «porque responden a sus exigencias y expectativas en términos de jugosidad, contenido de azúcar, firmeza y vida útil».

«Mejorar la experiencia del consumidor»
El reto al que se enfrentan hoy las manzanas francesas es «ser la manzana europea por excelencia, sin volverse excluyentes, caer en un nicho de mercado y ver cómo se reducen los mercados», explica Benoît Carreau. Sin embargo, para lograr este objetivo, «es necesario mantener una fuerte promesa cualitativa y mejorar la experiencia del consumidor esforzándose por alcanzar la excelencia en las variedades tradicionales y estándar». Esta búsqueda de mejora queda perfectamente ilustrada por el desarrollo de la Gala, convertida en Gala de Mylord en 2014. La prioridad sigue siendo «la búsqueda de la satisfacción y el placer del consumidor».

Seguir siendo competitivos gracias a un «enfoque diferenciador»
Las manzanas francesas no son famosas por su competitividad, pero han sabido diferenciarse de la competencia en los mercados más exigentes gracias a su sabor, su calidad y también sus métodos de producción. «Las manzanas francesas no son las más baratas de producir y existen muchas limitaciones legislativas y sociales, pero destacan gracias a un enfoque diferenciador. Este enfoque se inició a nivel nacional a través de la etiqueta Huertos Eco-responsables, creada en 2010». Francia siempre ha tratado de diferenciarse por el gusto, así como por las iniciativas agroambientales. La etiqueta Huertos Eco-responsables marca la diferencia: fruta de la más alta calidad, rica en sabor y cultivada utilizando métodos respetuosos con el medio ambiente y la biodiversidad. Este es el tipo de fruta que puede brindar satisfacción a los consumidores y aumentar las ventas. Este valor añadido ha conquistado importantes mercados de exportación como Asia. «Los compradores asiáticos no dudan en pedir manzanas francesas porque saben que no quedarán decepcionados con el producto que compran».

Fuente: www.mylord.fr
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