El huerto del futuro: densidades de árboles más altas, más automatización – Segunda parte
Máquinas
El uso de tecnología en huerto, tal como poda, raleo y cosecha probablemente se incrementará, pero esto no reemplazará completamente al hombre – porque nada supera al ojo y mente humana cuando se toman algunas de las decisiones requeridas, dijo DeJong.
También está el hecho de que las grandes inversiones en equipamiento que ahorre la mano de obra son a menudo prohibitivas y riesgosas, especialmente cuando el retorno en inversión es impredecible (que es la naturaleza de la industria frutícola). Entonces, la adopción de venta al por mayor de tal equipamiento sería bastante lenta, agregó.
El predijo que las máquinas seguramente serían más útiles realizando tareas de “desempeño aproximado”. Algunos de estos equipos se utilizarán en huertos apuntando a mercados de mediano y bajo nivel, donde el funcionamiento de la maquinaria podría ser lo suficientemente bueno como para cumplir con los estándares. En estos casos, se reduciría dramáticamente el trabajo manual. En huertos donde los productos apuntan a mercados de alto nivel, sin embargo, la maquinaria se verá seguida de trabajo manual más detallado.
Miranda Sazo dijo que es improbable que se produzca la completa mecanización, ya sea en poda o cosecha. Sin embargo es posible que la mecanización de la poda de verano, usando una máquina segadora, se volverá algo común, aunque se requerirá de poda manual de remediación cada dos o tres años. El valor de máquinas que asisten a la cosecha dependerá de las ganancias en eficiencia y costo de la mano de obra.
De acuerdo a Crassweller, el equipamiento mecánico funcionará con energía solar y se lo operará remotamente via GPS. Máquinas robóticas operadas por GPS aplicarán materiales para control de malezas, pero solo por sensibilidad a las hojas verdes. Los sistemas de luz LED que funcionan por energía solar serán ubicados sobre el huerto. La cosecha se realizará con máquinas que operan sobre la hilera. La fruta será seleccionada, embalada, enfriada y cargada sobre transportación en el campo, para ser llevada directamente al mercado.
A través de técnicas de producción convencional, los cultivos necesitarán pocos o ningún pesticida. Lo que se necesite será entregado vía sistemas automatizados. La irrigación se automatizará a través de sensores de humedad del suelo que automáticamente encienden el sistema. La plantación todavía se hará a mano, pero en lugar de plantadores de hilera simple, nosotros veremos de tres a cuatro transplantadores, dijo Crassweller.
De acuerdo a Peck y a su equipo, el sensor remoto con satélites y drones se tornará algo común. Los regímenes de riego y fertilización se volverán altamente integrados con los datos provenientes del sensor remoto y tomarán como base las necesidades inmediatas de la planta. No solo pueden estos sistemas aumentar la eficiencia del huerto, ellos también poseen el potencial de reducir el uso del agua y los nutrientes. Los drones se utilizarán como reconocimiento y tal vez como control de plagas, usando láseres de baja potencia para literalmente atacar insectos en medio vuelo. Estos láseres podrían seguramente utilizarse para atacar las flores de los manzanos y/o frutos en desarrollo para un preciso manejo de la carga del cultivo. Peck se refirió a esto como “raleo guiado a laser”.
Estos huertos sofisticados del futuro serán caros de instalar y operar. Habrá significativos ahorros de mano de obra con poda y cosecha mecánica, así como también mayor eficiencia y rendimientos, pero muchas de estas tecnologías serán utilizadas por solo un reducido número de operarios. Y estas operaciones necesitarán contratar gente altamente capacitada, a fin de operar los sistemas de control y la maquinaria, de acuerdo al equipo de Peck.
¿Qué más?
Según la visión de Crassweller, no habrá probablemente personal de Extensión, pero existirán programas automatizados que ataquen los problemas para que cada operación pueda realizar la consulta mediante un arancel.
El equipo de Peck predijo que la producción orgánica y convencional se verá más y más parecida en el futuro, debido a las mayores restricciones en formulaciones de plaguicidas y mayor confianza en cosas como bío-controles, productos derivados naturalmente y germen plasma resistente a plagas y enfermedades.
Sin importar su tamaño, todos los productores de manzanas necesitarán luchar con un clima diferente en el futuro. Los efectos que se predicen incluyen inviernos más cálidos con menos horas de frío, fechas más tempranas de floración con más posibilidades de daño por helada y más eventos climáticos extremos tales como granizo, tormentas y huracanes. Los huertos del futuro (y en algunas regiones, los huertos de hoy), necesitarán utilizar estructuras protectoras, tales como redes para granizo y cubiertas de lluvia para paliar algunos de estos impactos. Los cultivos de manzanas de floración más tardía podrían ser deseados para evitar la helada, según el equipo de Peck.
Fuente: Matt Milkovich para www.fruitgrowersnews.com
Traducción: CAFI
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