La falta de peras influirá en la demanda de manzanas
Con 40 hectáreas en producción, una cuarta parte de perales y tres cuartas partes de manzanos, la cosecha de manzanas comienza este año con casi dos semanas de retraso y la demanda ya es alta para Gala y Reine des Reinettes. Mientras que en el caso de las peras hay que lamentar grandes pérdidas, Les Vergers de Châteauneuf podrá contar con un 60% de la cosecha de manzanas, con pérdidas principalmente en la Golden.
«Este año casi no tendremos peras de Saboya. Durante las heladas de abril conseguimos salvar un 15% de la producción gracias a la aspersión, pero el granizo de mediados de agosto dañó el resto de la fruta. Vamos a comprar en regiones más o menos iguales a las nuestras, en asociación con productores alpinos. Nuestro deseo es desarrollar estas líneas en el futuro y aprovechar la Poire d’Altitude en su conjunto», afirma David Gros, director comercial.
«Como en los últimos tres años, no sabemos realmente qué pasará con los precios. El año pasado tuvimos muchas peras con precios de venta bastante elevados y este año hay un fuerte aumento en todas las variedades respecto a 2020. La falta de peras influirá sin duda en la demanda de manzanas. La falta de calibres grandes para las manzanas a nivel nacional nos obligará a aumentar los precios de los calibres estándar y nobles, que tendrán una gran demanda. Sin duda, tendremos que reorientar ciertos mercados».

Inscripción en la iniciativa 30.000
Ya centrados en la reducción del uso de pesticidas, Les Vergers de Châteauneuf recurrieron a la iniciativa 30.000, que moviliza a grupos en torno a un proyecto colectivo para reducir significativamente las sustancias fitosanitarias. «Nos apuntamos a este proyecto con el objetivo de utilizar un 50% menos de productos químicos en favor de alternativas en un plazo de cinco años. Este año ha sido muy complicado por la lluvia, había mucha incertidumbre, pero al final hemos tenido muy buenos resultados. Aunque no alcancemos el umbral del 50%, tenemos previsto reducir o incluso eliminar los herbicidas e insecticidas, en particular mediante el uso de aceites esenciales y maquinaria». Si la empresa ha optado por esta iniciativa en lugar de la ecológica, es también para evitar una reducción del tonelaje. «En algunos cultivos, como las peras, es más difícil producir de forma ecológica porque la fruta no soporta la acumulación de cobre y azufre. También vemos hoy que la tendencia local es cada vez más fuerte y que la proximidad es cada vez más prioritaria que lo ecológico para el consumidor», explica Frédéric Bergin, director de Les Vergers de Châteauneuf.