Jornada sobre «Alimentación saludable y prevención de la obesidad»
En el auditorio del Anexo de la Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, se llevó a cabo durante el día de ayer una jornada denominada “Alimentación Saludable y Prevención de la Obesidad”
La apertura de la misma estuvo a cargo de la Presidenta de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados bonaerense y Legisladora por Cambiemos, María Alejandra Lordén, quien precisó que se está trabajando articuladamente y desde hace ya un tiempo, con el Ministerio de Salud de la Nación, en conjunto con las carteras de Desarrollo Social y Producción, Agroindustria y Educación, en virtud de dar a conocer que existe un marco de tareas coordinadas que guardan relación con el concepto “hábito saludable”.
Lordén expresó que entre los cinco ministerios y ambas cámaras (Senadores y Diputados), se obra para una correcta y eficiente “legislación que pueda compartir y ayudar a promover esta calidad de vida que queremos para todos los bonaerenses, que tiene que ver con una expectativa de vida mayor, así como con las causas de obesidad y morbilidad, enfermedades crónicas no trasmisibles, con hábitos que de alguna manera tienen que ver con excesos, como el tabaco”.
“Estamos avanzando con la ley antitabaco, ley de obesidad; y también estamos hablando de la importancia de la ingesta de verduras y frutas; las huertas orgánicas, así como aquellas que se desarrollan en las escuelas y la importancia de la actividad física”, aseveró la Legisladora por el oficialismo. Asimismo, Lordén señaló que “todo esto tiene que ver con un cambio cultural y que hay que trabajarlo desentralizadamente desde cada uno de los ministerios y hacia cada uno de los municipios”.
A su término, tomó la palabra la senadora Julieta Centeno (Cambiemos), quien también adhirió a lo expresado por Lordén y destacó que el encuentro realizado en la fecha es “el cuarto o quinto que hemos organizado desde la comisión interministerial; una comisión que me llena de alegría ya que después de dos años desde que se creó esta comisión hemos estado haciendo un trabajo chiquito como decía Alejandra (por Lordén) pero intenso, que avanza y es muy transversal dentro del poder ejecutivo trabajando de manera conjunta para hablar de todas las formas de mal nutrición y prevención de obesidad en los chicos”.
Centeno dejó en claro que “tenemos que trabajar firmemente para la modificación de los entornos donde los chicos crecen y se desarrollan, como escolares y familiares, de forma conjunta, con toda la sociedad, para entender que la obesidad es una epidemia del Siglo XXI y que no podemos permanecer inmóviles”.
Posteriormente, el Director del área Enfermedades Crónicas no transmisibles, de la Cartera de Salud de la Nación, Flavio Dombrowski, también se refirió a los pormenores que confeccionan el programa de alimentación saludable y prevención de la obesidad.
Así pues, se presentó el primer panel direccionado a la importancia del mencionado programa. Uno de los primeros datos aportados por los disertantes provenientes de las áreas de Salud, expresaron que existe una prevalencia de sobrepeso y obesidad en adultos, mostrando un aumento de un estudio efectuado en el año 2005, con un 14,5% de obesidad; y un 20,8% para el año 2013.
Es decir que en 13 años entre un estudio y otro hubo un marcado incremento de sobrepeso y obesidad, en las personas. Otro estudio que arrojó datos cuantitativos, evidenció persistentes problemas de sobrepeso y obesidad asociados a la pobreza. En ese aspecto, se comprobó que varones y mujeres con más bajo nivel educativo (primaria incompleta), entre el 30 y 58%, son más propensos a tener sobrepeso y obesidad que más alto nivel educativo (secundario completo y más).
Por su parte, chicos con sobrepeso presentaron 20% más chances de padecer síntomas depresivos y ser víctimas de intimidación. Respecto a dicha problemática, la Lic. Gloria Sanmartino (Doctora en Antropología Social por la Universidad de Buenos Aires), y la Lic. Eliana Hans, afirmaron que “Argentina está atrasada en relación a recomendaciones científicas y estándares internacionales”.
“esto se produce porque existe una alta exposición de los niños al márquetin de alimentos no saludables, una insuficiente educación alimentaria y nutricional; una alta disponibilidad, acceso y consumo de alimentos ultra procesados; entornos sociales obsesogénicos (la escuela y otros); programas de asistencia alimentaria pobre en calidad nutricional; así como también la existencia etiquetado en los alimentos incomprensibles para los consumidores y también una elevada inseguridad alimentaria, que conlleva una inadecuada disponibilidad, acceso y utilización de frutas y verduras, entre otros alimentos frescos. Es válido destacar también que, el programa Nacional de Alimentación Saludable y Prevención de la Obesidad, está compuesto por diversos bloques que, articulados, conforman su totalidad. El primer bloque responde a la “promoción de una alimentación saludable”, seguido de una “regulación de alimentos saludables”, para realizar con posterioridad una “investigación” y una “vigilancia epidemiológica”, como tercer y cuarto bloque. Finalmente, completa el circuito de estas etapas, la “promoción y regulación de entornos””, afirmaron.
Este último, es uno de los ejes que también se abordó en profundidad y con el objetivo de concientizar respecto de la trascendencia en la promoción y regulación de los entornos y ambientes saludables, tales como Universidades, Municipios y Escuelas.
A modo de ejemplificación, se detalló que dentro de estos sitios deben ser libres de humo; deben contar con herramientas para la promoción de la actividad física y de una alimentación saludable.
Con relación a los marcos normativos, se detalló que “existen diversas legislaciones que tienen por fin la prevención de todas estas patologías, siendo la obesidad la primera y existiendo marcos regulatorios para prevenir la ingesta de, por ejemplo, levaduras o harinas con alto contenido de sodio, entre otros proyectos presentados en diversos sitios ejecutivos”.
Prosiguiendo con esto último y ante la iniciativa bajo el lema “menos sal, más vida” se encuentra en ejercicio la Ley 26.905, que promueve la regulación del consumo de sodio en la población y que establece que dicha reducción de sodio en la elaboración del pan, por ejemplo, sea del 25%. Asimismo, la normativa fija valores máximos de contenido de sales en grupos de alimentos críticos; la reducción de sal en bares y restaurantes y una determinación de pautas de comercialización y publicidad.
Sin embargo, los disertantes reflexionaron que “igualmente no hay legislación alguna que nuclee o tenga un consenso en común para que se regulen factores relacionados tales como; la promoción de una alimentación saludable dentro de los kioskos o sitios que expenden alimentos y que, a la vez, reincidan sobre la importancia de no incurrir en malos hábitos que desencadenan en trastornos alimentarios; así como la prevención y el tratamiento de la obesidad, junto con un programa de nutrición escolar.
Dentro de los propósitos de los organismos, áreas y sub-áreas de salud, entidades estatales de gobierno, junto con profesionales especialistas en nutrición, y todos aquellos espacios que puedan albergar programas de difusión para la prevención de lo obesidad, se busca en principio aconsejar correctos hábitos alimenticios y para ello existen ciertas recomendaciones que se desprenden de la escala de alimentación saludable.
Entre los puntos fuertes de la misma, se aconseja incorporar a diario alimentos de todos los grupos y realizar al menos 30 min. de actividad física; beber una considerable cantidad de agua segura (lo recomendables son 8 vasos); consumir diariamente cinco porciones de frutas y verduras en variedad de tipos y colores; reducir el uso de sal y el consumo de alimentos con alto valor agregado de sodio; limitar el consumo de bebidas azucaradas y de alimentos con elevado contenido de grasas; consumir leche, yogures y lácteos como el queso, a diario y preferentemente descremados.
También se recomienda que la ingesta de carnes sea moderada, sustrayéndoles en su la mayor cantidad de grasa visible, al tiempo de incrementar el consumo de carnes blancas y rojas, como pollo y pescados, e incluir un huevo. Consumir legumbres, cereales integrales, papa, batata, choclo y mandioca. Aceites crudos como condimento, frutas secas o semillas. Por último, se recomienda que el consumo de bebidas alcohólicas sea de forma responsable, evitando estas, niños, adolescentes y mujeres embarazadas.
Otro de los ítems trabajados fue el vinculado a “incentivar ingresos en la agricultura familiar y que se promueva su crecimiento”. Aquí, se puso énfasis en la ingesta de productos frescos en un 60 o 70%. Esto ya se practica muchas veces con las huertas familiares, que salen a vender sus productos frescos dentro del marco de la Ley de “compras públicas” sancionada en el año 2009, en las ferias. En tanto, las huertas y los sistemas alimentarios sostenibles, favorecen el consumo estacional de frutas y vegetales; la agroecología, el desarrollo de economías locales, la agricultura familiar, las ferias barriales. Precisamente también, es importante entender en qué consiste el Programa ProHuerta, que funciona dentro de un marco de coordinación regional, a cargo del Área Metropolitana de Buenos Aires. Sobre eso, el coordinador de la mencionada área, Francisco Pescio, argumentó que dentro de ProHuertas se trabaja en la “formación en los territorios, para una capacitación de agentes multiplicadores y promotores educativos”. Pescio destacó también que este programa es una política pública con más de 30 años, financiado por MDS, y ejecutado por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Dicho programa cuenta con otros varios objetivos, tales como; la seguridad y soberanía alimentaria y el acceso a alimentos saludables a través de la autoproducción (Hortalizas y Animales de Granja).
Como parte de una cadena de concientización de qué y cómo se consume, otro punto sobresaliente de la jornada estuvo vinculado a la importancia en el etiquetado como garantía del derecho a la información. Las llamadas “etiquetas frontales”, rige obligatoriamente en países como México,
Ecuador, Chile, Perú y Uruguay; mientras que en Argentina o en otros espacios geográficas no lo es. Dentro de este apartado, se planteó la pregunta sobre “¿cómo es posible trabajar con los rótulos actuales?. La respuesta deviene en la lista de ingredientes, que deben estar ubicados en orden decreciente”, se concluyó al cerrar el encuentro.
Fuente: COPAL
Nota: Los artículos de terceros publicados no necesariamente reflejan la opinión de la Cámara, su publicación intenta reflejar la diversidad de visiones.