Acaba de terminar la temporada alta en el mercado de la manzana en Brasil. Aunque todavía no se conocen las cifras definitivas, todo indica a que la cosecha ha sido inferior a la de la temporada anterior.
Hemos terminado de recolectar hace una o dos semanas. Las últimas manzanas en recolectarse han sido las Cripp’s Pink en la región de Vacaria y las Fuji en la región de Santa Catarina”, explica Pierre Nicolas Pérès, de Pomagri. “El volumen es inferior al del año pasado por culpa de las condiciones meteorológicas, principalmente por culpa de El Niño. Hemos sufrido muchos cambios durante la temporada. En primer lugar, hubo heladas tardías; después, mucha lluvia y frío en general durante la primavera. Todo eso no ha sido bueno para el desarrollo de las frutas”.

“Hay menos fruta de la que esperábamos y los calibres también son más pequeños por la falta de sol durante el periodo de floración, en el que llovió. Hemos tenido una reducción del volumen en kilos”, añade, y recalca que la recolección ha finalizado hace apenas dos semanas, por lo que todavía es pronto para conocer todas las cifras. Sin embargo, puede afirmar que ha habido una reducción de al menos un 20%.

“Hasta ahora, las exportaciones han sido como las del año pasado, pero supongo que en junio se reducirán y, probablemente, exportaremos algo menos que el año pasado”. Sin embargo, percibe un aumento de las importaciones de manzanas en Brasil con respecto al año anterior. “Por lo que hemos visto en mayo, en general han sido bastante altas”. Explica que Brasil ha recibido el doble de volumen que el año pasado desde Chile, mientras que es difícil medir las importaciones procedentes de Chile por causa de un problema fitosanitario que impidió al país exportar manzanas a Brasil durante un periodo de 60 días el año pasado, lo que dificulta poder hacer una comparación precisa. “Lo que hemos visto es una recuperación de las importaciones, que, probablemente, sea un reflejo de la situación de la producción brasileña”.
Prevé que, durante el segundo semestre, podrán llevar más manzanas al mercado y, por tanto, tendrán la situación más controlada, con una oferta más acorde a la demanda. “Normalmente, durante la temporada de recolección, tenemos muchas manzanas para abastecer al mercado, lo que suele provocar una reducción del precio. Como no hemos tenido exceso de oferta este año, la demanda ha sido más acorde a la oferta, que se ha mantenido muy estable”, explica. “Supongo que estamos en una situación de equilibrio, en la que hay margen para importar, sin duda, pero la oferta y la demanda son más fáciles de cubrir”, concluye.