La ola de calor ha afectado a las manzanas de Washington esta temporada
A medida que la temporada de manzanas de Washington se pone en marcha, los productores se enfrentan a las altas temperaturas récord registradas este verano.
«Creemos que será una buena temporada, aunque la producción se verá afectada por la ola de calor», dice Javier Orti, director de ventas para el mercado asiático de Salix, quien añade que el calor supone una reducción del calibre de las manzanas y también posibles quemaduras por el sol. «Algunos productores están tomando medidas agresivas para reducir la cantidad de fruta dañada, proporcionando más energía al resto de la fruta del árbol para que pueda desarrollarse, y de esa manera, compensar la ralentización del crecimiento».
Aunque todavía no se ha determinado el coste exacto que han supuesto las condiciones meteorológicas, Orti afirma que la proyección inicial era de unos 124 millones de cajas de 18 kg. «Pero, según las proyecciones de productores conocidos, el total se acercará más a los 109 millones de cajas envasadas», dice, y señala que, aunque Salix ofrece manzanas durante todo el año a varios países, Estados Unidos es clave para su abastecimiento, sobre todo en Washington, con los valles de Yakima y Wenatchee.
Interés por las manzanas club
En cuanto a las variedades, la popularidad de las manzanas club, como la Ambrosia y la Cosmic Crisp, está aumentando entre los consumidores debido a su calidad, según afirma Ignacio Vidales, director de ventas de Salix para Centroamérica, Sudamérica y Canadá. «Además, están surgiendo muchas variedades nuevas. Pero como los árboles son muy jóvenes, hay que esperar un poco para notar el aumento de volumen», continúa.
En cuanto a la demanda de exportación, Salix empezará a enviar principalmente a Oriente Medio y Centroamérica, comparte Orti. También señala que el Caribe, Centro y Sudamérica, Asia, India y el Pacífico son también destinos objetivo.
Sin embargo, los brotes de COVID-19 siguen afectando no solo al consumo, sino también al transporte y la exportación. «El mercado se vio afectado porque se modificaron los hábitos de consumo. La gente empezó a comprar por Internet para recibir los pedidos en la puerta de su casa en lugar de desplazarse a las tiendas», concluye Vidales. «Por lo tanto, el aumento de los pedidos, principalmente de China, sobrecargó la demanda de los barcos. El coste de un contenedor que viaja de China a Los Ángeles se ha multiplicado por siete en el último año debido a los problemas que ha causado la COVID-19. Como un barco en el que se encuentra una persona infectada no puede atracar, se crean muchos retrasos en las descargas».
Fuente: www.salixfruits.com
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