La opinión pública “cerca” a los fitosanitarios
La exigente y restrictiva normativa europea y la adversa percepción que la opinión pública tiene de los fitosanitarios complica el registro de estos productos, de los que depende la competitividad del sector hortofrutícola español. Así lo apuntaban ayer diferentes expertos durante la jornada “Vías para mejorar la disponibilidad de productos fitosanitarios en los cultivos menores”, que se celebró en el marco de la feria Fruit Attraction de Madrid.
Los expertos advierten de que existe una amplia gama de producciones que no genera incentivos suficientes para que la industria se interese por registrar fitosanitarios contra plagas y enfermedades. Los cultivos “menores” incluyen la mayoría de las frutas y verduras, que generan el 22% del valor de la producción vegetal de la UE.
El modelo español
El director general de Sanidad de la Producción Agraria, Valentín Almansa, detalla que España ha puesto en marcha recientemente un modelo nacional para evaluar los cultivos menores, que “costó poner en marcha”, pero que “empieza a dar sus frutos”. Desde agosto, se han autorizado unos 10 productos y “hemos abierto el camino” para dar nuevos pasos.
“Estoy convencido de que este procedimiento nos va a dar muchas alegrías en el futuro y yo soy muy optimista. Podremos dar soluciones” al sector aunque no serán totales porque la reglamentación de la UE “es muy estricta” y limita, afirma Almansa.
Según reconoce, el “lío legislativo” y la opinión pública contraria convierten el registro de una sustancia activa y luego un fitosanitario en “una aventura de riesgo” y desincentivan a las empresas el sector para iniciar procedimientos. Entre los obstáculos, los fitosanitarios “han entrado en el debate público” y hasta en las portadas de los medios de información general, como es el caso de los nicotinoides o el glifosato.
El director general de la Asociación Empresarial para la Protección de Plantas (Aepla), Carlos Palomar, asegura que diferentes cultivos se han quedado ya sin fitosanitarios eficaces. En el caso de los cultivos menores, la situación es peor porque “no salen las cuentas” a las empresas de fitosanitarios para que desarrollen estos productos para tratar arándanos, grosellas, lechuga, col, rábano, ciruela, cerezo, caqui…
El director de Fepex, José María Pozancos, agrega que uno de los puntales del sector hortofrutícola español, a diferencia de otros países, es la diversidad de la oferta casi todo el año. “Si no tenemos los reglamentos sanitarios necesarios para poder mantener esa oferta, hay una consecuencia tanto para los cultivos menores como para el conjunto del sector en el mercado”, asegura.
El director de Asuntos regulatorios de la Asociación Europea para la protección de las plantas (ECPA), Euros Jones, expuso la situación de los “cultivos menores” en el Reglamento UE 1107/2009. Precisó que el término “menores” puede ser engañoso porque se trata de cultivos como frutas, verduras, hierbas o semillas que, de hecho, generan 70.000 millones de euros al año en la UE.
La pérdida de sustancias activas autorizadas en Europa provoca una disminución de rentabilidad clara para el agricultor –denuncia–, y deja a algunos productos agrícolas sin alternativa contra las plagas. “Hay un bloqueo político”, en línea con lo que piensa la opinión pública, lo que explica en su opinión la complejidad de la norma europea y la prohibición de sustancias activas.
Fuente: EFEAGRO
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