La temporada europea de manzana se alarga
A causa de la mayor cantidad de variedades tardías y de la mejora de las técnicas de almacenamiento, los proveedores de manzanas europeos están alargando cada vez más la disponibilidad de manzanas en Europa. Los costes de transporte cada vez mayores y las cambiantes valoraciones de las divisas también han disminuido la presencia de las frutas en el hemisferio sur, lo que ha proporcionado a los proveedores europeos un periodo mayor en el que vender sus frutas.
«Hace diez años, la mayoría de nuestros envíos terminaban a mediados de marzo», explica Marc Peyres, de Blue Whale, en Francia. «Hoy, estamos trabajando en Europa tan tarde como en abril, y podemos alargar incluso hasta junio con las manzanas Pink Lady».
Además, los productores europeos han estado produciendo volúmenes grandes en los últimos años. Especialmente Polonia ha estado consiguiendo cifras de producción impresionantes, y, con mejores técnicas de almacenamiento, esa fruta circula durante más tiempo, especialmente las manzanas de precios muy bajos.
«Actualmente, en cuanto a las variedades buenas, el mercado está activo y es optimista», afirma Peyres. «A excepción de algunas variedades antiguas que están en declive, como la Golden Delicious, la Granny Smith y la Red Delicious, todas las variedades que producimos en Francia han tenido un año positivo».
Fuera del continente, los exportadores europeos han obtenido resultados variados. Los envíos a África han disminuido, pero Peyres lo achaca a las restricciones establecidas en los últimos meses para disuadir a las importaciones de frutas en varios países africanos. Van en la línea de otros mercados destacados de todo el mundo, que están imponiendo restricciones comerciales para promover la producción local.
«Los mercados internacionales siempre han sufrido la presión de las restricciones, la moneda y las barreras fitosanitarias, así que no es nada nuevo», opina Peyres, «y no ha mejorado en los últimos dos años. Parece que estamos copiando a los estadounidenses con las restricciones fitosanitarias y las barreras que promueven el consumo local. En el futuro, los volúmenes de manzanas frescas probablemente no disminuyan en los mercados extranjeros —aún creo en un aumento—, sino que el comercio internacional continuará complicándose y volviéndose mucho más arriesgado».
Fuente: www.blue-whale.com
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