Asamblea de Freshfel y Europatat 2016 en Bruselas

«El futuro de las frutas y hortalizas frescas»

«Como industria, debemos hablar con total transparencia en todo el sector hortofrutícola para comunicarnos con los consumidores de una forma abierta, transparente y objetiva. Esto significa que debemos ofrecer toda la información sobre una variedad en particular; de lo contrario, se corre el riesgo de que las diferentes informaciones se contradigan y confundan al cliente, lo cual puede provocar desconfianza. Y eso destruye nuestro negocio», advertía Hein Deprez, de Univeg.

Los estilos de vida de los consumidores están cambiando y muchos han expresado la necesidad de invertir de forma acorde a esos cambios. Por ejemplo, el número de vegetarianos y veganos está aumentando, lo cual representa una estupenda oportunidad para este sector, de la cual habría que sacar partido.

Las redes sociales son cada vez más importantes y constituyen una herramienta vital para llegar a los consumidores más jóvenes. Sin embargo, la industria debe aprender cómo usarlas de forma eficaz, y se sugirió que es fundamental asegurarse de que de la comunicación se encarguen personas jóvenes, quienes están más preparadas para conectar con la generación más joven y saben qué canales utilizar. Existen multitud de recursos disponibles, pero es responsabilidad de la industria traducir el lenguaje empresarial a un lenguaje que los jóvenes, así como el resto de consumidores, puedan comprender.

Otros ponentes también subrayaron la importancia de llegar a las generaciones más jóvenes y de informarlas de que las frutas y las hortalizas son más que algo que sale del suelo. Las nuevas tecnologías están cambiando mucho y existe una enorme gama de nuevas variedades disponibles en comparación con hace 40 años, las cuales tienen mucho que ofrecer en los diferentes mercados.

Asimismo, existe una gran preocupación por el método de producción de los alimentos, es decir, si se han producido de forma respetuosa con el medioambiente, con o sin productos químicos. Los consumidores quieren conocer más información sobre lo que comen.

«Los minoristas de muchos lugares de Europa están trabajando duro para garantizar que lo que se ve en el exterior del envase sea también lo que obtenemos en el interior. Ya no es ninguna sorpresa si un arándano, por ejemplo, será dulce y jugoso. La programación ha mejorado y las decisiones varietales que, en el pasado, se tomaban en origen, ahora se están tomando en destino, que es donde se está experimentando y haciendo ajustes en la cadena de suministro», concluyó Stephan Weist, de REWE.

Fuente: www.freshplaza.es
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