La U.S. Apple Association afirmó recientemente que las exportaciones de manzanas al sudeste asiático han disminuido un 40% en los últimos tres años.
La drástica caída de las exportaciones se está notando especialmente cuando se acerca el Año Nuevo Chino (1 de febrero), pues las fiestas ayudaban a asegurar un gran mercado para el sector estadounidense de la manzana antes de los aranceles impuestos por China. USApple pide al Gobierno de Biden que elimine los aranceles de la Sección 232 y 301 sobre los productos chinos para que China, a su vez, retire sus aranceles sobre los productos estadounidenses, incluidas las manzanas.
«Existe una larga y rica herencia en los países del sudeste asiático de regalar manzanas como gesto de amistad y deseo de buena salud durante el Año Nuevo Chino», expresa el presidente y consejero delegado de USApple, Jim Bair. «Esta tradición ayudó a forjar un espacio importante para las exportaciones de manzanas de EE. UU. en esas celebraciones. Lamentablemente, este año la mayoría de las manzanas no serán de Estados Unidos».
En general, las exportaciones de manzanas estadounidenses han sufrido un fuerte golpe en los últimos años. El estado de Washington, responsable de cerca del 95% de las exportaciones de manzanas estadounidenses, se encuentra en el punto más bajo de los últimos 22 años, con solo el 21,3% de sus manzanas exportadas. Antes de que se impusieran los aranceles en 2018, el promedio de exportación anual era del 32% en el estado de Washington. Los aranceles chinos actuales sobre las manzanas estadounidenses son del 50%.

Las manzanas se quedan en EE. UU.
«Las manzanas que deberían haber sido exportadas se quedan en Estados Unidos, lo que afecta al mercado y repercute en los precios de los productores de todo el país», afirma Tracy Grondine, vicepresidenta de comunicaciones de la U.S. Apple Association.
El estado de la cadena de suministro no hace sino agravar el problema. «Si los aranceles nos sacan del mercado chino, no importan realmente los problemas de envío», agrega Grondine.
Según Bair, el sector estadounidense de la manzana logró finalmente el pleno acceso al mercado chino en 2015. «Las exportaciones crecieron rápidamente hasta los 2,5 millones de cajas al año, lo que convirtió a China en nuestro sexto mercado de exportación. Lamentablemente, perdimos el impulso y el potencial de crecimiento debido a los aranceles excesivos, así como a los continuos problemas de la cadena de suministro y de envío. Seguimos instando a la Administración a encontrar una solución que alivie los aranceles sobre las manzanas estadounidenses».
Sin embargo, por ahora, las perspectivas de progreso en este momento son deprimentes, señala Grondine. «Mientras nosotros abogamos para que el Gobierno negocie una reducción o, mejor aún, una eliminación de los aranceles, hay otros grupos poderosos que defienden el mantenimiento o incluso la ampliación de los aranceles», concluye.