Una empresa productora está a punto de descubrir si el paladar chino apreciará el sabor ácido y jugoso por el que son conocidas. Una empresa tasmana productora y exportadora autorizada de manzanas de la marca Pink Lady, prevé enviar cuatro lotes de 60 cajas vía aérea a China esta semana. Las dos primeras cajas irán a dos minoristas directos y el restante se destinará a compañías de comercio electrónico. La esperanza es que las primeras cajas tengan suficiente acogida para animar a los chinos a realizar pedidos anuales para enviar contenedores por mar. El clima económico actual favorece a la exportadora, mientras el dólar australiano sigue bajo y los cultivos nacionales son grandes.
Los primeros envíos permitirán a los consumidores chinos probar la variedad, desconocida para ellos, y Hansen Orchards recibirá el apoyo de la campaña global de marketing de Pink Lady para presentar la manzana en el país. «Estamos introduciendo algo que es una experiencia de consumo muy novedosa, pero creemos que en China cada vez están más abiertos a probar algo diferente.

Detrás hay una campaña global de marketing», explica Baden Ribbon, regente de Marketing en Hansen Orchards. «Se dispone de materiales de marketing en chino que pueden ayudar en las tiendas».
Las manzanas se destinan al mercado premium y Ribbon señala que Hansen tiene un precio en mente que será «sostenible» a largo plazo. También indica que las exportaciones en general para las manzanas no son muy competitivas debido a los altos costes laborales y costes de flete, comparativamente. Sin embargo, lograr el equilibrio adecuado y pedidos de contenedores marítimos es una posibilidad clara, según él. Los supermercados no están dispuestos a correr el riesgo de pedir contenedores de 40 pies en este punto, por lo que se decidió una prueba mediante envío aéreo.