Las pomáceas australes frente al cambio de clima, mercados y oportunidades
Los países templados del hemisferio sur iniciaron su comercio frutícola con las manzanas. Luego se sumaron las peras, uvas, cítricos y frutas finas. Hasta hoy, la manzana está entre las principales frutas exportadas por Nueva Zelanda, Chile, Sudáfrica y Argentina. Pero fue el sector que más tuvo que adaptarse a los cambios que se dieron en el mundo. Se tuvo que hacer un fuerte vuelco a nuevos mercados, otras variedades y mejoras tecnológicas. A este desafió se sumó en los últimos años el cambio climático. Especialmente en la última campaña prácticamente todos los países sufrieron bajo eventos climáticos extremos que mermaron su producción.
Manzana
La fruta del paraíso esta vez no vivió ningún paraíso, al haber sido muy afectada por adversidades climáticas. En Nueva Zelanda el ciclón Gabrielle arrasó con la producción, habiendo fincas con 100% de pérdidas, árboles dañados comprometiendo las próximas campañas y frutas que ya no podían ir al fresco. Esto se sintió fuertemente en la exportación. Se estima que la temporada finalizará con una exportación de 270.000 tons, lo que es un 20% menos que en el 2022 y un 30% menos que en los años previos. También en caso de Chile se estima que el año finalizará con una exportación de 550.000 tons, la más baja de la última década. Es un 10% menos que en el 2022 y un 30% menos que en el año récord 2018. La retracción se debe a problemas climáticos (secas, olas de calor) y arranque de plantaciones viejas. Argentina también exportará menos que en los años previos. Una menor cosecha, un atractivo mercado interno y complicaciones en los mercados externos, llevan a la constante retirada de Argentina del mercado mundial. Similar situación se está viviendo en Brasil. Las exportaciones de este año se ubican cercanos a los del 2023 y muy lejos de los récords de ataño. El atractivo mercado local absorbe la mayor parte de lo producido. El único país que siguió creciendo y del cual se estima que exportará en el 2023 más que en el 2022, es Sudáfrica. Se espera que la campaña finalice con un total de 580.000 tons enviadas. Gracias a este avance está por ubicarse en el primer lugar como exportador del hemisferio sur, desplazando al tradicional Chile.
La tendencia hacia otros destinos distintos que los tradicionales se acentuó aún más. Nuevamente, el mercado más importante es Asia. Un tercio de las exportaciones australes finalizan en el Lejano Oriente ó en el sudeste y centro de Asia. Nueva Zelanda, Sudáfrica y Chile envían sus manzanas a los gigantes asiáticos. Le sigue en importancia Latinoamérica, que es el gran destino de las manzanas chilenas. Un cuarto de las exportaciones australes se envía al centro y sur de América. Dentro de esta región se destaca Brasil, Colombia, Ecuador y Méjico. Recién en tercer lugar está el viejo continente, recibiendo un 20% de los envíos del hemisferio sur. La producción propia y la importada por los países del este europeo, han desplazado a las manzanas australes. Primero fueron las variedades tradicionales, pero ahora son la Gala y Braeburn, que cada vez son menos solicitadas. La única variedad que mantiene mayor participación es la Pink Lady. En cuarto lugar, se ubican los países africanos, que están adquiriendo creciente importancia para Sudáfrica. Por último, está Norteamérica que recibe apenas un 6% de los embarques australes.
Pera
Aunque también en este caso el cambio climático se hizo sentir, los daños fueron menores. Sudáfrica sufrió las lluvias y temperaturas extremas, por lo cual se espera que la campaña finalice con una exportación levemente por debajo del récord del año previo. En Chile la falta de agua, olas de calor y la reducción de superficie, llevaron a que se espera que el año finalice con una exportación solo levemente por encima de las 100.000 tons. Esto sería el volumen más bajo de los últimos 10 años. La caída de Sudáfrica y Chile es compensando por una recuperación de los envíos argentinos. Para este año se espera superar nuevamente las 300.000 tons y volver a los niveles de exportación del 2015 al 2021. La recuperación se logró por los mayores envíos a Latinoamérica, en especial Brasil. Pero también se embarcó algo más a Norteamérica y Rusia, mientras que Europa, como destino de las peras argentinas, siguen retrayéndose.
A diferencia de la manzana, la pera no logró conquistar a los asiáticos. Solo un 15% del total enviado por el hemisferio sur se dirige a Asia. El principal destino es Latinoamérica, comprando un tercio de las peras australes. En especial para Argentina está adquiriendo cada vez mayor importancia. El viejo continente adquiere un 20% de los envíos. Para Sudáfrica continúa siendo el primer destino, ya que recibe aproximadamente la mitad de sus exportaciones, pero para Argentina dejó de serlo. Destinos secundarios, recibiendo entre un 10-15% de los envíos, son Rusia, Norteamérica y Asia. Adicionalmente, los vecinos africanos no compran importantes volúmenes de peras sudafricanas.
Fuente: http://www.topinfo.com.ar – Ing.Agr. Betina Ernst
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