El mayor reto para los productores de manzanas esta temporada tiene que ver con el mercado de exportación. Los exportadores de manzanas, así como el resto del sector hortofrutícola, se han visto atrapados en el fuego cruzado de la guerra comercial entre los gobiernos de los Estados Unidos y China. Cuando los Estados Unidos aplicaron fuertes aranceles al acero y al aluminio chino, China respondió imponiendo aranceles a las frutas y hortalizas estadounidenses.

Además, la semana pasada se supo que China está sometiendo todos los lotes de fruta estadounidense a una inspección más rigurosa, y la retiene hasta siete días. Se ha comunicado que un envío de manzanas de Washington ya ha sido rechazado y devuelto a los Estados Unidos. Como resultado, los productores de manzanas de los Estados Unidos no

están dispuestos a enviar más embarques hasta próximo aviso.

«El sector no está nada contento con los aranceles que China le ha impuesto a nuestros productos», reconoce Davis. «Ya descubriremos cómo superar este periodo, y solo podemos esperar que se anulen los aranceles».

«Además, ahora China escudriña todos los cargamentos de fruta que arriban a sus puertos y, como resultado, el sector se muestra muy reacio a enviar más fruta a China», agrega. «No podemos correr el riesgo de que nos devuelvan la fruta, lo que no solo es caro, sino que añade un volumen inesperado al mercado nacional que se tiene que vender. Por consiguiente, los envíos de fruta prácticamente han cesado por el momento».