Durante el mes de septiembre, tres misiones de altos cargos de los Ministerios de Agricultura de Colombia, Perú y México harán auditorías a la producción de frutas y hortalizas portuguesa que, si tienen éxito, abrirán las puertas a la exportación a esos países. En un momento en el que Brasil —donde va más del 40% de la pera Rocha— atraviesa dificultades económicas y en el que el veto ruso ha hecho aumentar en Europa la oferta de fruta, estas visitas son «absolutamente decisivas» para el sector, dice Manuel Évora, presidente de Portugal Fresh, Asociación para la Promoción de Frutas, Hortalizas y Flores.
Las llamadas «misiones técnicas» se preparan en conjunto con la tutela de Assunção Cristas, los productores representados por el Centro Operativo y Tecnológico Hortofrutícola Nacional (COTHN), la Asociación Nacional de Productores de pera Rocha (ANP) y Portugal Fresh.
México es el mercado en el que la apertura a las importaciones portuguesas está más próximo a concretarse. La visita programada del 21 al 24 es para «la validación definitiva», añade Manuel Évora. La visita más reciente, la de Colombia, estuvo hasta el sábado para visitar a los agricultores, los huertos de pera Rocha y los almacenes de las organizaciones de productores. Si la misión técnica tiene éxito, se abre la posibilidad de hacer negocios con un país de «50 millones de habitantes y con la particularidad de estar presente en el grupo Jerónimo Martins con las tiendas Ara, que también puede ser una oportunidad para la fruta portuguesa y, en particular, para la pera Rocha», continúa.
La compañía dirigida por Pedro Soares dos Santos, propietario de Pingo Doce, ya cuenta con 100 supermercados en Colombia. El más reciente se inauguró la semana pasada en Cartagena de Indias y supone la entrada de la cadena de Ara en la región de la costa del Caribe, donde tendrá 40 tiendas a finales de año.

Los productores de frutas y verduras también están tratando de entrar en el Magreb y en Oriente y han trazado el nuevo mapa de exportaciones junto con el Ministerio de Agricultura, a través de la Secretaría de Estado de Alimentación. «Uno de los grandes objetivo es China, que, por su tamaño, puede ser una solución muy interesante en años de mucha producción para conseguir equilibrar la dicotomía de la oferta y la demanda mundial de pera Rocha”, afirma Manuel Évora.
Hace más de un año que la búsqueda de nuevos clientes ha sido la prioridad de las empresas y los agricultores, después de que Rusia prohibiera la importación de frutas y hortalizas europeas. Aunque Portugal no exporta grandes volúmenes al mercado ruso, otros países, como Polonia, perdieron su principal cliente. El suministro de fruta ha aumentado en Europa, así como la competencia y la disputa por los compradores alternativos.
Brasil es uno de ellos. A pesar de ser uno de los mercados más importantes para el sector y comprar regularmente comprar pera, manzana, melocotón y ciruela, los problemas económicos y la devaluación del real han obstaculizado las exportaciones. «La presión de muchos operadores, algunos de ellos poco preparados y con un enfoque incorrecto, han obstaculizado mucho la rentabilidad de las empresas», añade Manuel Évora. «En los últimos años ha habido más problemas de incumplimientos financieros y sobre todo una devaluación constante y sucesiva de la calidad de las remesas que enviamos», se lamenta.
La dependencia de Brasil para la pera Rocha, «la reina» de las exportaciones nacionales de frutas, es enorme. En 2014, los productores miembros de la ANP vendieron al exterior 102.000 toneladas de pera, el 40,2% de ellas a Brasil, seguido del Reino Unido, que absorbe el 17,5%, Francia (16,5%), Marruecos (9,5%) e Irlanda (5,9%).