S.O.S. Fruticultura: Entrevista a Oscar Martin, Presidente de CAFI
Desde el último año el sector frutícola del Valle de Río Negro y Neuquén atraviesa una grave crisis, la cual se ve reflejada en la caída de las ventas internacionales del sector. Las exportaciones de fruta cayeron un 30 % durante los primeros 60 días de 2015, respecto al año anterior y estos afectó directamente a los productos locales.
Debido a la crisis internacional y a la falta de apoyo hacia el sector frutícola de nuestra región, Argentina fue perdiendo espacio en los mercados externos, lo cual se tradujo en serios problemas de financiamiento para los productores frutícolas de Río Negro y Neuquén. En entrevista con Socios, Oscar Martín, Presidente de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI) nos dio un pantallazo por los problemas que atraviesa el sector y el panorama de aquí en adelante.
¿Cuáles son los principales mercados de las peras y manzanas del Alto valle de Río Negro y Neuquén?
El 80 % de la producción frutícola del Alto Valle tiene como destino la exportación, aprovechando la contraestación ya que la mayor cantidad de nuestros clientes se encuentran en el hemisferio norte. Llegamos a más de 60 países del mundo, Y el principal mercado es el brasilero por cantidad de mercadería enviada históricamente durante todo el año, pero fundamentalmente durante el segundo semestre, porque es cuando en Brasil finalizan el consumo de su propia producción y Argentina se convierte en su principal proveedor. Un escalón por debajo se encuentra Rusia, nuestro destino más lejano (a más de 15.000 Km de distancia). El tercer mercado en importancia para Argentina es Europa, siendo Holanda, Alemania y Bélgica los principales puertos de destino y un cuarto mercado importante es el norteamericano. Esto hace que la cadena, desde la chacra hasta el consumidor, implique una logística muy compleja, muy coordinada que toca todas las aristas, desde la cosecha hasta el supermercado.
¿Cómo den desde CAFI el contexto internacional actual para la furicultura valletana?
Desde el año pasado venimos lidiando con una distorsión entre el crecimiento de los costos inflacionarios, respecto a los ingresos que están anclados por el tipo de cambio local. También, se ha dado en el mundo una evolución de los precios de la materia prima, en general. entonces, la distorsión produce una pérdida de competitividad que, en los últimos años, ha sido parcialmente absorbida por el crecimiento de los valores en moneda dólar, es decir, por el incremento de los precios en los mercados del exterior. Por otra parte, el año pasado como consecuencia de la fuerte crisis mundial generada por la caída del precio del petróleo, algunos mercados y específicamente el ruso, sufrieron una gran crisis por las caída de sus ingresos que estaban atados al precio del petróleo. Se produjo una devaluación de más del 100% que generó una guerra de monedas en la cual nuestros competidores, como Chile o Sudáfrica, también devaluaron sus monedas para poder compensar, aunque sea parcialmente, esta distorsión que se produjo en los mercados de destino. Pero, no ocurrió lo mismo con nuestra moneda que se sigue manteniendo en un nivel, lo que hace que no solamente nuestros destinos están distorsionados sino que también nuestros competidores que acompañan el proceso nos vayan dejando solos y aislados en el mercado. Brasil, ya venían devaluando su moneda en forma importante, lo que nos complicó aún más el acceso a ese mercado. A todo este cóctel (pérdida de competitividad, guerra de monedas, caída del consumo), este año se sumó un gran stock de fruta en Europa entonces algunos países como Polonia redireccionaron su producción, lo cual afecta también a algunos mercados que se encontraban más tranquilos.
¿Cómo está posicionado nuestro país para afrontar este contexto?
En nuestro caso, los accidentes climáticos y los conflictos laborales que demoraron la cosecha y afectaron la recolección (y, por lo tanto, todo el proceso) agravan más toda esta situación que, de por sí, ya era sumamente grave desde el año pasado. Llegamos a enero y observamos que la mayoría de los mercados estaban sobreabastecidos. Los precios no dan, los competidores nos van desplazando de los mercados. Vamos perdiendo el mercado ruso, que es muy importante tanto por magnitud como por la oportunidad, y al ser uno de los primeros mercados es que da liquidez a toda la cadena logística. Lo mismo ocurre con el mercado europeo: caen los precios y se empieza a romper la cadena.A toda esta situación debemos agregar el hecho que la industria está parada totalmente porque los precios internacionales del jugo se han desplomado. por lo tanto, el destino alternativo de la fruta que es la industria, no tiene compensación.
En este contexto, ¿cómo se viene trabajando desde CAFI?
Fuimos informando esta situación a los distintos niveles gubernamentales (a gobernadores, Jefatura de Gabinete, Ministerio de Agricultura y de Economía de la Nación). Informamos que esta situación iba a afectar incluso a otros mercados, que directa o indirectamente, tienen que ver con el precio del petróleo. Todo esto fue volcado en la presentación que hicimos pública en noviembre del año pasado (previniendo este escenario) y que luego fuimos corroborando con los hechos concretos. Además junto con la Cámara de Jugueros y con la Federación de Fruticultores de Río Negro y Neuquén, presentamos una serie de medidas ante el Gobierno Nacional, de las cuales muy pocas se lograron.
¿Qué medidas necesita el sector, en lo inmediato?
Las medidas que presentamos fueron: aumento en los reintegros de exportaciones, compensaciones para esta distorsión de las monedas, financiamiento para las empresas, subsidio a los productores. Esta última, es la única medida que se concretó con un aporte del 50 millones de pesos del Gobierno Nacional, 50 millones de pesos del Gobierno de Río Negro y 10 millones del Gobierno de Neuquén. El resto fueron solo anuncios.
A este escenario ahora debemos sumar el cierre de la frontera por parte de Brasil. ¿Cómo afecta esto a la producción frutícola local?
Desde el año 2003 existe el Sistema de Mitigación de Riesgo (SMR) entre Argentina y Brasil, mediante el cual se la hace un seguimiento y control de la plaga cuarentenaria de carpocapsa para evitar que ingrese a Brasil. Todos los años Brasil realiza una auditoría de dicho seguimiento. Este año. en forma abrupta, inconsulta y de manera insospechada, antes de realizar la auditoria (prevista entre el 8 y el 15 de abril), el 25 de marzo la Ministra de Agricultura de Brasil, resolvió el cierre de la frontera para el ingreso de peras, manzanas y membrillos de Argentina. Creemos que la medida es inoportuna por tomarse antes de la auditoria y, en principio, tiene un matiz no sanitario. Esto nos ha afectado muy fuertemente que toda la fruta que está guardada en los frigoríficos con destino a Brasil quedó bloqueada y no sabemos por cuánto tiempo. No nos olvidemos que hablamos de un producto perecedero y que si nosotros no entramos en un mercado, lo hacen nuestros competidores. Así, perdemos competitividad y perderíamos otro mercado más, así como perdimos el mercado ruso. Nuestra fruticultura es la actividad económica más importante de la región por ocupación de mano de obra en la Patagonia Norte, más de 60 mil puestos de trabajo que son los que genera la fruticultura entonces corremos grandes riesgos que este equilibrio social se vea deteriorado.
¿Qué pasos hay que seguir para levantar esta barrera?
Más allá de que deben realizar la evaluación, como todos los años, nosotros estamos insistiendo par que levanten la medida porque nunca se había cerrado en estos términos. De no ser así, está la auditoria del 8 al 15 de abril y después, a fines de abril, habría una reunión bilateral donde se evaluaría todo. Pero todo esto hace que se demore más aún en la solución.
Los productores realizaron tractorazos y tiraron fruta al costado de las rutas de el Valle ¿Cuál es el mensaje que quieren dar a la sociedad?
Es muy claro para el productor porque la fruta no vale nada, la industria no compra y mucha fruta está quedando en las plantas, entonces esa es la forma de demostrar que la fruta no tiene valor. Además, de fruta es alimento y es una irresponsabilidad muy grande por parte del Estado permitir que se tire. Esto mismo está pasando con otras economías regionales como el citrus, la uva o el vino que están en la misma encrucijada que nosotros y esperamos que estas economías no desaparezcan. Ante esto, no nos queda más que denunciar, motorizar a la sociedad toda a que tome conciencia de que se está tirando alimento, que los productores estamos desamparados, que se están perdiendo mercados. Algunos mercados que han tomado mucho tiempo desarrollar y ahora se están perdiendo de un día para el otro.
¿Cuál es el panorama de acá en adelante?
Cada día peor, porque surge la incógnita de qué hacer con la fruta que ahora está en los frigoríficos. Mucha se va a destinar a mercado interno y eso va a hacer que se desmoronen los precios. Además, se pierde la cadena de pagos, la cadena de producción y esto deja a toda una región desamparada para el próximo año.Hay un ciclo anual que está quebrado financieramente, No nos olvidemos que el ciclo de reinversión del valle es muy grande y para poder activar para el año que viene hacen falta recursos que hoy no están. Los políticos no se acuerdan que hay un Valle, muchas generaciones de trabajadores, esfuerzo, inversiones. Esto era un páramo para con trabajo se desarrolló y hoy es una zona productiva que llega a más de 60 mercados en el mundo, da trabajo a más de 60 mil personas, genera divisas, pero es como que nadie se da cuenta de que realmente significa esta actividad y todo se está perdiendo.
Esto es lo queremos advertir a toda la sociedad: si se mantiene esta situación, todo va a empeorar. Por eso, para salir de la crisis se requieren muchas medidas y acciones conjuntas que involucren a toda la sociedad.
Fuente: Revista Socios N° 8
Nota: Los artículos de terceros publicados no necesariamente reflejan la opinión de la Cámara, su publicación intenta reflejar la diversidad de visiones